domingo, 18 de octubre de 2009

Entrevista a Mº. Felicitación Gaviero

Felicitación Gaviero ha bordado este año el frontal del palio de la Merced.

La autora del manto para la Virgen de la Salud asegura que el bordado atraviesa por una etapa de claro auge
María Felicitación Gaviero es la única mujer que, actualmente, dirige un taller de bordado en Málaga. Junto a su marido Francisco José González, ex hermano mayor de la Cofradía de la Crucifixión, se afana en realizar numerosas prendas no sólo para Málaga sino para otras ciudades como Granada, para la que tiene encargado un manto.

¿Cómo fueron sus comienzos en el mundo del bordado?

Empecé en el taller de Salvador Oliver, donde estuve siete años. Eso fue a mediados de los noventa, yo tenía unos 18 años.

¿Cómo surgió lo de montar su propio taller?

Estaba embarazada de mi primer hijo y empecé a hacer cosas por gusto para mi hermandad, la de Crucifixión. Me encargaron un vestido pequeño para la Virgen de un particular, gustó, y a partir de ahí me encomendaron más obras.
La mayor parte de los talleres de bordado de la ciudad están regentados por hombres, ¿cómo lleva eso de ser la única mujer que está al frente de uno de ellos?
Da lo mismo que sea hombre o mujer el que esté al frente de un taller de bordado. La pregunta habría que hacerla a otras mujeres capacitadas que también podrían poner su taller por cuenta propia.

¿Vive el bordado una edad de oro?

Sí. Todos los talleres están en auge y sobre todo en Málaga, donde hay muchos y buenos. Cada vez salen más trabajos de bordados de Málaga para otras provincias.

Al igual que otros talleres malagueños, usted ha exportado obras a otras ciudades como Sevilla o Granada. ¿Cómo se valora allí el trabajo del bordado en Málaga?

El bordado hecho en Málaga gusta mucho. En Granada, por ejemplo, hay pocos talleres, y casi todos son pequeños, por lo que tienen que tirar de otras ciudades para encargar trabajos de un mayor volumen. Gusta mucho la forma que le damos, el empleo de determinadas técnicas y el realce que proporcionamos a los dibujos. Hay bordadores de Granada que me han dicho que Málaga tiene una forma especial de trabajar el bordado en oro para las cofradías.

¿Se ha sentido discriminada alguna vez por su condición de mujer en algún ámbito cofrade?

Nunca, al contrario. En mi Hermandad de la Crucifixión he sido teniente hermana mayor, tesorera y secretaria. Ahora soy camarera de la Virgen porque no tengo tiempo para más, pero nunca me he sentido discriminada. En el tema cofrade, aquí se nota mucho más la igualdad de hombres y mujeres, y la integración de éstas, que en otras ciudades. Cada uno tiene sus costumbres y su historia, pero no creo
que, a estas alturas, tenga sentido que se vote en una cofradía si salen o no mujeres de nazareno. En las cofradías más jóvenes es en las que más se nota que hombres y mujeres van a la par. En las antiguas, menos, pero eso va a cambiar porque, poco a poco, va entrando gente con otra mentalidad.

¿Cuáles serían para usted las mejores bordadoras de la historia?

Esperanza Elena Caro y las hermanas Martín Cruz.

¿Por qué estos dos talleres sevillanos?

Esperanza Elena Caro porque hizo obras muy grandes y sacó mucho trabajo. Martín Cruz por la calidad y pulcritud de sus piezas.

¿Qué trabajos destacaría de los realizados para Málaga por estos talleres?

De las Martín Cruz, el guión de la Hermandad del Descendimiento. Es una pieza que pasa un poco desapercibida pero me encanta. Sólo hay que fijarse cómo está hecho todo, es una maravilla. Todas las puntadas son perfectas, hasta la firma que pusieron las bordadoras con hilos de canutillo inglés. Y de Esperanza Elena Caro, el palio del trono de la Virgen de los Dolores de la Expiración.

¿Qué diría a aquellos que opinan que este tipo de enseres son un signo de ostentación innecesario, sobre todo en tiempos de crisis?

Cuando se borda algo, lo que veo es trabajo para mi gente. A mi me entra un palio y tengo aquí trabajando a diez personas. Y no nos vamos a hacer ricos con esto. De media, hay siete u ocho personas empleadas en mi taller.

¿Qué prenda bordada le gustaría realizar y todavía no
ha hecho?


El manto de la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad, mi Virgen. No obstante, es complicado, porque la cofradía tiene todavía otras muchas cosas por delante.

Dígame un momento de la Semana Santa en el que poder disfrutar especialmente del patrimonio artístico de las cofradías malagueñas.

El trono de la Virgen de los Dolores de la Expiración, donde sea.

De vuelta al cielo.

DEVUELTA AL CIELO

En la noche del lunes santo, un grupo de afortunados tienen la suerte de abrir un trocito de cielo en malaga.

La parroquia del buen pastor aguarda a la hermandad, a su hermandad, los titulares que reciben culto en sus entrañas, estan luciéndose por malaga.

La cofradía viene de catedral, nuestro padre esta en la intersección de peña y mariblanca, la virgen acaba de entrar en la calle y en el horizonte esta su hijo elevándose cada vez mas hacia ese trocito de cielo que todos perseguimos, el ambiente es espectacular, poca luz, la cara de la virgen iluminada por los cirios al fondo nuestro padre iluminado por sus hachones, en ese momento una marcha, nuestra madre sigue a su hijo y de repente te das cuenta que aquí algo empieza a cambiar, el señor ya ha subido y nuestra madre va en su búsqueda, el señor en lo mas alto del horizonte en la calle no cabe un alma y de repente algo cambia, la virgen llevada por sus hombres de trono comienza a subir la calle carrion acompañada por su gente, por sus hombres de trono, por su banda y justo en ese momento, un trocito de cielo se abre en malaga para dar cobijo a la madre de dios, los sentimientos se desbordan y en ese momento nos damos cuenta que nuestra madre resignada en su mayor dolor nunca estara sola.